"There's light even in the darkest places" (Hay luz incluso en los lugares más oscuros).
Algo que todos deberíamos recordar y decirnos a nosotros mismos en esos momentos en los que creemos que las cosas no pueden ir peor y no vemos esa "luz" al final del camino, cuando todo está ocuro.
Llevaba unos días pensando sobre qué hacer el post de esta semana, y si soy sincera, no he estado segura hasta el último momento, pero sí que es cierto que la idea de hacer esta entrada me estaba rondando por la cabeza desde hace un tiempo. No sé la razón, pero sentía la necesidad de hacer algo más especial con estas fotos. Es posible que no sean del agrado de todos, pero para mí tienen un valor muy especial, y a pesar de ser unas fotos sencillas, creo que hablan por sí solas.
Por muy difícil y complicada que sea la situación en la que estemos, nunca debemos perder la esperanza. Es cierto que hay situaciones contra las que es prácticamente imposible luchar y no podemos hacer nada, simplemente esperar a que pasen, pero incluso de estas malas experiencias, logramos aprender algo.
Debemos apreciar lo que tenemos y valorar los pequeños detalles de la vida. Ojalá todo fuese bueno, pero existen malas rachas, malas rachas de las que al final acabamos sacando cosas buenas.
Que por mucho que nos cueste creerlo, "la historia que inventas es tu parte más fea" y que "al final de todo sale el sol."
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