Se acaba Junio, y de nuevo me toca despedirme de ti, mi querida Granada.
Ha sido un curso muy diferente al anterior. Totalmente distinto.
Estoy donde quiero estar, al fin.
He encontrado ese lugar que tanto tiempo llevaba buscando.
He comenzado un camino nuevo y lo he hecho aquí, donde deseaba hacerlo.
He cambiado, he aprendido y he crecido.
Ya no soy la misma que llegó en aquel Octubre de 2013...
He de decir que tan sólo basta un día para enamorarse de ti.
Perderse en tus mágicas calles es uno de esos bonitos regalos que te da la vida...
Para mí es un sueño vivir aquí, y puedo presumir de haberlo hecho durante dos años.
Dos años que sólo son el comienzo, porque todavía me queda, porque esto no ha hecho más que empezar...
Así que no me eches mucho de menos, que antes de que te des cuenta habré vuelto.
Nos vemos en Septiembre, mi preciosa Granada.